“Triste y profunda sorpresa nos ha causado el suicidio del ministro plenipotenciario de España en Washington, D. Antonio Salazar y Cobo. Alto funcionario, hombre político de ideas conservadoras, orador, periodista, representante de su país ante una gran nación, cristiano y padre de familia... ¡A cuantos deberes morales ha faltado en un momento de alucinación! Era el Sr. Salazar hombre de trato cortés y afable, entendimiento despejado y práctico en las cuestiones administrativas; fue diputado a Cortes y subsecretario de Gobernación siendo ministro el Sr. Romero Robledo. Próximo a su regreso a España, iba a pasar al Consejo de Estado, cuando recibió el gobierno la noticia de su muerte. ¡Dios lo haya perdonado!”

La Ilustración Española y Americana   nº XXVIII  (1883)